Muchas de las enfermedades que afectan a los hamsters están causadas por una mala alimentación, exceso de humedad, temperaturas inadecuadas, caídas o mordiscos, conjuntivitis por paja polvorienta, falta de higiene, falta de ejercicio, estrés, perturbación de sus horas de sueño y cuidado defectuoso. Es decir, un montón de enfermedades que se pueden evitar. Un hámster cuidado adecuadamente y alimentado de una manera equilibrada puede tener una esperanza de vida bastante superior a la media.
Si nuestro hamster tiene algún problema de salud se le debe llevar cuanto antes a un veterinario especialista en animales exóticos.
Un hámster sano tiene el pelaje liso y brillante, forma cilíndrica, el orificio anal limpio, no tiene secreciones en nariz u ojos y comienza a estar activo poco después de despertarse. Hay que ir comprobando que no le crezcan en exceso los dientes, tiene que ser curioso y su respiración tranquila y sin que se note obstrucción alguna.
Revisión periódica
Cuando el animal esté despierto tendremos que hacerle un pequeño control para ver que no hay ningún síntoma que nos pueda preocupar. Hay que realizar una revisión completa no sólo física sino también de su estado de ánimo:
- Ojos: los ojos no tienen que tener lagañas, no tienen que haber aumentado de tamaño o tener un color extraño.
- Orejas: han de estar limpias y sin heridas.
- Nariz: sin moquetes y su respiración ha de ser normal.
- Boca: hay que revisar que no le hayan sobrecrecido los dientes.
- Pelaje y piel: un pelaje brillante y la piel sin rojeces, caspa o parásitos. La zona peri-anal tiene que estar limpia.
Debemos comprobar que el hamster:
- Está activo.
- Come y bebe.
- Hace sus deposiciones correctamente.
Fuente: http://www.madrigueraweb.org/
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