A medida que pasan los años, y al igual que
sucede con las personas, a las mascotas le comienzan a doler las
articulaciones, tienen mayor tendencia a engordar y bajan sus ganas de jugar o
hacer ejercicio.
En términos generales, empiezan a sufrir esos
cambios cuando llegan a los siete años. Por eso, la prevención
juega un rol fundamental para prevenir enfermedades, proteger las
células y retrasar los signos de envejecimiento para que lleguen a la
adultez con un buen estado de salud.
- Algunas sugerencias
* Concurrir al médico veterinario por lo menos
dos veces al año.
* Brindar una buena nutrición, evitar los excesos y
los restos de comida casera. No basta sólo con darle un excelente alimento
balanceado, sino que hay que tener en cuenta que debe ser adecuado para la edad
y estado nutricional.
* Se recomienda que hagan actividad física cotidiana a
su medida. No forzarlos a hacer ejercicios en horarios inadecuados.
* Mantener limpio el lugar designado para la mascota
con agentes contra gérmenes, como la lavandina, y con antiparasitarios externos
ambientales.
* Durante el verano, resguardar al animal en
horas de mayor radiación y mantenerlo siempre hidratado.
* Nunca dejarlo atado bajo el sol o encerrado en un auto.
* Si se lleva al perro a la playa, colocarle gotitas en
los ojos para prevenir conjuntivitis por la arena que se levanta los
días de mucho viento. Y, además, darle la posibilidad de acceder a una
sombrilla o carpa para que pueda tener un lugar de sombra cuando él lo
disponga.
* Si se decide llevarlo de vacaciones, tratar de evitar
la sedación. Si es avión, hay que acostumbrarlo a la jaula desde mucho
tiempo antes para no utilizar tranquilizantes. Realizarle, además, un chequeo
general antes de viajar, vacunación y desparasitación antes de salir y al
regresar.
* Hay varios productos que retrasan los signos del
envejecimiento porque contienen sustancias antioxidantes que
disminuyen los procesos degenerativos e inflamatorios del manto piloso, mejoran
el pelaje y la piel del animal, entre otros beneficios. Se recomienda que la
mascota los tome antes de cumplir los seis años, para proteger sus células.
* Una vez pasados los seis años, hay que reforzar los
cuidados. A esa edad comienzan a tener canas y a engordar por realizar
menos actividad. Los dientes se les pueden llegar a caer si no se realizan
limpiezas, ya sea por cepillado o por ultrasonido cuando hay sarro. Por eso,
siempre es recomendable una visita al veterinario para que indique los pasos a
seguir.
* Si la mascota no realiza sus actividades cotidianas y
permanece más tiempo echada, es recomendable que lo revise un
veterinario. Un animal decaído puede tener una enfermedad física o una
comportamental. De ser necesario, el médico lo derivará a un fisioterapeuta
veterinario, que podrá realizar sesiones de ultrasonido, láser, magnetoterapia
o electro estimulación, que son usadas para el tratamiento del dolor crónico y
para rehabilitación, entre otras indicaciones que tiene esa especialidad.
Fuente: http://www.proyecto-salud.com.ar/shop/detallenot.asp?notid=10344